No podemos negar que las películas de Dreamworks Animation están llenas de carisma y personalidad y una autoría bien definida. Y es que estudio nos ha dado grandes productos como Shrek, Megamind, Como entrenar a tu Dragon, el gato con botas o Madagascar. Pero en cuanto a personalidad, Kung Fu Panda ha destacado gracias a su personaje principal, el panda Po. Y sinceramente, ese es el sustento principal de la película.

Repetimos fórmula 

En esta aventura Po se enfrentará a otro cambio en su camino en el Kung Fu, convertirse en el Líder Espiritual en su templo y, para ello, tendrá que encontrar al nuevo guerrero del dragón. 

Y en esta cinta encontramos los mismos elementos y la misma estructura narrativa que hemos tenido en las películas anteriores: Un cambio en la vida del personaje, un villano con su pasado y un viaje que explorará el interior de los personajes. 

No me malinterpretéis, esto no lo digo como algo malo. Es cierto que la monotonía en estos elementos podría provocar que una saga se volviese aburrida, pero no es el caso, gracias a la comedia tan bien llevada que hemos presenciado a lo largo de sus películas y que también está presente en esta cinta. 

Nos encontramos con una cinta divertida, muy amena en sus 90 minutos (lo cual se agradece ante la tendencia de películas largas que estamos viviendo últimamente), y que nos permite explorar un poco el mundo de Kung Fu Panda más allá de la aldea de nuestros protagonistas. 

La calidad de animación no es algo que sea revolucionario pero mantenemos su estilo, sobre todo esos momentos 2D para dar contexto que a mi personalmente me parecen una maravilla. 

Pero no quiero tampoco pecar de conformista tampoco. Kung Fu Panda 4 es, si comparamos con sus predecesoras, la más floja en estos elementos y, por ende, la más floja de todas. Lo cual no determina que sea mala, simplemente, es la más floja. 

Poca personalidad y tramas flojas

Una de las cosas que ha caracterizado siempre a esta saga es la fuerza de sus villanos como personajes, estando bien construidos, siendo interesantes y aportando un peso y una amenaza al mundo adecuado. 

Pues bien, con la camaleona, esto no ocurre. El villano carece de mucha personalidad, de hecho parece un copypaste del último villano, Kai, pero con un girito de tuerca. Sin embargo, ese no es el problema. El principal problema es que apenas carece de peso, tanto en la cinta como para el espectador. No vemos al personaje como una amenaza real, no vemos el peligro que supone para los personajes, y eso le resta impacto. A parte, las motivaciones del personaje sirven más para justificar sus habilidades que sus actos, lo cual es un error. 

Esto, lógicamente, le resta al resultado final de la cinta. Y aunque las comparaciones sean odiosas, está claro que no han sabido coger la esencia de los anteriores villanos. 

Buen marketing y buena taquilla

La última película que tuvimos de este panda reparte galletas fue en 2016, hace 8 años. Aunque la saga cuente con una fanbase grande, traer gente al cine no iba a ser tarea fácil. Pero Jack Black nos plantó en la cara una forma magistral de promoción, y es que el actor sacó tremendo cover junto a Kyle Gass, su compañero en la banda Tenacious D, de la canción Baby One More Time, de Britney Spears. 

Pero además, lo hizo de una forma magistral, pues la canción no salió completa de principio, si no que viralizó un clip en Tiktok con un pequeño fragmento del tema y luego, en uno de los eventos publicitarios de la cinta, grabó un videoclip con el resto de actores y actrices, asociando esa viralidad a la película. Una estrategia magistral. 

Estrategia que se ha visto recompensada en su taquilla, llegando a superar los 100M en todo el mundo en su semana de apertura, y teniendo en cuenta que su presupuesto es, aproximadamente, de 85 millones, pues la jugada ha sido redonda. 

En España no disponemos de las campañas de marketing y premiere a tal nivel como el mercado estadounidense, por lo que para esta película han contado con la creadora de contenido Cristina López, conocida en redes como Cristinini, para dar un poco de peso a esta promoción al darle voz al personaje Zhen. Una estrategia de marketing bastante común, que a mi personalmente no me gusta, pero efectiva y, siendo sinceros, aunque se note que el trabajo de Cristina no está al nivel de un profesional del sector, el resultado no es malo en absoluto teniendo en cuenta que, en esencia, no es actriz de doblaje. Y Flo, fantástico como siempre.

Conclusión

Kung Fu panda 4 es una película divertida, amena, con buen ritmo y que te va a hacer disfrutar, tanto si eres fan de la saga como si no, aunque es cierto que es, sin lugar a dudas, la más floja de la saga. Aún así, yo la disfruté mucho y la recomiendo.

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