No os voy a mentir, el terror no es mi género favorito. De hecho es un género que no suele gustarme. Pero recuerdo que vi a nuestro buen amigo Jim Harper (John krasinski) en un trailer de terror y me llamó la atención.

Recuerdo ir al cine solo. Ponerme en mi fila 5, como me suele gustar a mi, en una sala con poquita gente, y enamorarme de la primera cinta. ¡Que gran concepto! Una película prácticamente en silencio, donde el sonido es el enemigo. Me pareció fascinante. 

Cuando salió la segunda cinta me emocioné muchísimo y volví a ir al cine. Vimos un poco del origen de esta invasión, pero en un pueblo perdido de la mano de Dios en estados unidos. Y yo me pregunté: ¿Cómo habrá sido esto en una gran ciudad? Pues buen, esta cinta nos da la respuesta. 

Silencio se ruega

Un lugar tranquilo: Día 1 nos trae una propuesta muy interesante. ¿Qué pasaría si alienígenas que matan guiándose por el sonido llegasen a una de las ciudades mas ruidosas del mundo? El caos está servido. La muerte está a la orden del día y los gritos deberán ser ahogados si quieres sobrevivir. 

Esta película nos trae una propuesta distinta a sus predecesoras, aunque sea una precuela de las mismas. En las anteriores teníamos un aspecto mucho más minimalista e íntimo de esta invasión. Pocos personajes, pocos monstruos, y una amenaza constante pero no visible. Recordándonos a Alien el 8º pasajero. 

En esta nos encontramos con una monster movie con tintes apocalípticos, donde tendremos cantidades ingentes de bichos por toda la ciudad, gente huyendo y caos por todos lados. La amenaza ya no es un agente invisible, si no que está muy presente y donde lo veremos constantemente. Y escapar de esa amenaza será una prioridad. 

Intimismo en la gran ciudad

Como comentaba, las predecesoras tenían un toque más intimista en cuanto a desarrollo, pero esta cinta sabe darnos de lleno en el alma por medio de sus personajes. Sabe mostrarnos los pensamientos y miedos de dos personajes (tres, si contamos al gato) y como su relación se va haciendo fuerte en un momento de máximo terror. 

Samira (Lupita Nyong'o) es un personaje atormentado por un cáncer terminal que va a matarla de un momento a otro y sólo encuentra consuelo en Frodo, su gato. Y Eric (Joseph Quinn) es alguien completamente abrumado y aterrado por la situación. Ella ya conoce y se ha enfrentado al miedo a la muerte y él lo está descubriendo. 

Esto va a llevar a una relación de lo más curiosa, donde Eric seguirá a Samira en su viaje a encontrar un poco de Pizza, aunque eso le aleje, en principio, de su destino. Y ahí es donde encontraremos esta belleza y esta intimidad entre los dos personajes, descubriendo cada vez más el uno del otro. 

Menos terror y más drama

Admitamos que esta cinta tiene menos elementos de terror que de acción, otra similitud con la saga Alien, si lo pensamos bien. Grandes momentos de tensión, grandes escenas de acción escénica y dramática y una trama con subidas y bajadas.

Esto, acompañado de su fotografía y unas vistas de una nueva york destrozada hasta los cimientos, y unas interpretaciones maravillosas, hacen de esta cinta un buen disfrute. 

Aunque si queremos ser del todo sinceros, hay momentos considerablemente efectistas y la resolución del conflicto primero es bastante austero. Y eso que era una de las cosas más interesantes de trabajar. ¿Cómo descubren tan rápido que tienen que estar en silencio? Poco sentido. 

En conclusión

No esperes una cinta de terror, más una película de acción con tintes de terror, pero con mucho momento dramático. No es jackie chan, por supuesto, pero tampoco es la primera entrega. Es algo disfrutable, aunque no seas muy dado al género y el final es muy potente. Recomendada

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