Si hablamos de J. J. Abrams seguramente nos venga a la memoria, en primer lugar, Perdidos. Otros sabrán que también la nueva trilogía de La Guerra de las Galaxias comenzó con él. Incluso quizá haya alguno que sepa que Abrams también fue el responsable de cintas como Star Trek o Super 8. Independientemente del título, se trata de obras más o menos conocidas que en mayor o menor medida han levantado tanto pasiones como ampollas. Pero hay una que a pesar de ser mucho menos popular, brilla con luz propia. Una que más que tratarse de un tapado, directamente es un enterrado; y, por supuesto, debería salir a la superficie y consagrarse en el género o, al menos, debería hablarse más sobre ella. Me refiero a Fringe.

Series de ciencia-ficción hay muchas, y muy buenas, pero ninguna reúne las bondades –ni los defectos– de la que vamos a analizar en este artículo.

Carlos Moregó

Y es que Fringe casi podría clasificarse en un género a parte, en un género propio, y ese es uno de sus dos pilares diferenciadores. Este, al cual hacen referencia en la propia serie, recibe el nombre de «ciencia límite», y se definiría como aquellos eventos que en principio pertenecen a lo sobrenatural, a lo imposible, pero que podrían ser explicados de manera razonable gracias al método científico y a la demostración empírica tras cruzar límites nunca antes explorados. Pero, un momento… ¿no pasaba algo parecido en Expediente X? Sí y no. Aquí se desgranan los mecanismos por los cuales la telequinesis, la combustión espontánea, la manipulación del azar o el control mental, pueden replicarse en el laboratorio y aplicarse, por parte de los protagonistas, en la acción contra el crimen.

El otro pilar tiene nombre propio: Walter Bishop. Walter es uno de los tres protagonistas del show. Sin duda el más carismático, el que mayor desarrollo tiene y, que a la vez, es la piedra angular sobre la que pivotan no solo los otros dos, sino también sobre la que se sustenta toda la trama. Interpretado por John Noble –El Señor de los Anillos, Sleepy Hollow, Expediente Warren–, el Dr. Bishop es un erudito de la ciencia y un consumidor de sustancias lisérgicas con un oscuro pasado que, tras un accidente, es recluido en un centro de enfermos mentales debido al peligro que suponen sus conocimientos y prácticas para la sociedad.

Otro de los protagonistas es Peter, interpretado por Joshua Jackson —The Skulls, Shutter–, un científico excéntrico perseguido por el gobierno, con grandes conocimientos en el ámbito de la ingeniería, un elevado intelecto, y con afición a actividades fuera de la legalidad.

Por último tenemos a Olivia, interpretada por Anna Torv —Mindhunter, The Last of Us—, una agente del FBI cuyas habilidades y competencia en el cuerpo le llevan a formar parte de la División Fringe, una unidad especial dedicada a investigar crímenes inexplicables cuyos métodos y consecuencias escapan a toda razón humana.

Por supuesto, la historia está profundamente marcada por el drama interno que viven los protagonistas, con sus miserias y sus fantasmas personales, a pesar de lo cual no se trata de un punto negativo que reste interés o saque de la historia, sino que están perfectamente llevados y enriquecen la trama de manera más que adecuada.

El suspense, por su parte, es una constante durante todas las temporadas, y viene acompañado de un componente filosófico que hace que el espectador empatice con los personajes, con las situaciones, y que se pregunte hasta qué punto están tomando las decisiones correctas.

Fringe cuenta con una serie de giros que pueden llegar a descolocar por su impacto y por sacarnos de nuestra zona de confort, pero que con el tiempo los guionistas saben resolver con éxito en un ejercicio de coherencia que demuestra que desde el principio el sentido de la trama estaba perfectamente planificado.

Como contraste, mencionar la elevada cantidad de capítulos que componen la serie, si bien este hecho no deja de ser un regalo para aquellos que logran enamorarse de ella y que ven cómo su orfandad de Fringe tarda en llegar.

Por todo ello y mucho más –deberás ver la serie para descubrirlo–, Fringe es una obra maestra de la ciencia-ficción que engancha desde el primer capítulo. Presenta incógnitas que despiertan el ansia de obtener respuestas constantemente; está salpicado de huevos de pascua que te harán revisualizar cada capítulo para encontrar aquellos que no hayas identificado; hará que te enamores de la locura y la genialidad de Walter Bishop; y, por supuesto, te transportará a un mundo lleno de misterios y crímenes que nunca habrías imaginado.

Título: Fringe

Plataformas: Prime Video y HBO Max

Temporadas: 5

Capítulos totales: 100

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